La FLL de hace dos años fue nuestra primera experiencia de este tipo, y fue también la que desencadenó nuestras ganas de seguir en este mundillo.
Fue un poco complicado; la programación del robot era muy extensa y solo tuvimos el tiempo suficiente para aprender lo justo: programarlo para ir adelante, atrás, giros...
Puede parecer fácil, pero la verdad es que con las tensiones del poco tiempo que teníamos se nos hacia un poco mas difícil de lo que realmente era.
El ultimo día antes de la competición estábamos muy, muy nerviosos, ya que era nuestra primera vez, y no estábamos seguros de qué nos íbamos a encontrar. Ese mismo día tuvimos que entrenar más que nunca porque aún quedaban unos cabos sueltos en la programación. Tras casi cuatro horas en una habitación con el robot, terminamos todos extremadamente cansados, y nos fuimos, ya que resultaba muy complicado concentrarse.
Cuando por fin llegó el gran día, nos asombramos al entrar en "El Sario" (el edificio donde se celebraba ese año la competición): todo estaba preparado para la ocasión: salas para dejar la ropa, la zona de entrenamiento y zona de descanso. Además, nos dieron un tícket a cada uno para canjearlo por un bocata y un botellín de agua, y la verdad es que nos vino muy bien; ahí se concentraba mucho el calor.
Al final quedamos decimoterceros, que no está nada mal teniendo en cuenta que solo tuvimos un mes para practicar.
El proyecto científico tampoco nos fue nada mal, terminamos quintos. Esta también fue una muy buena experiencia y pudimos investigar sobre la tecarterapia portátil.
Finalmente, os dejamos un par de fotos de nuestro grupo.
Finalmente, os dejamos un par de fotos de nuestro grupo.
Jose Roldán