Tras cinco meses de duro trabajo, se acercaba el día. El viernes anterior a la competición dedicamos la tarde a montar el stand en baluarte. Mientras algunos miembros del equipo se quedaban haciendo rondas de mesa, los demás se fueron a preparar todo para el gran día. Estábamos todos muy nerviosos y emocionados porque iba a llegar el momento de presentar todo nuestro trabajo de tantos meses, y después de un entrenamiento dando los últimos retoques, llego el gran día...
Llegamos a las 8 de la mañana al colegio para maquillarnos y llevar algunos materiales que faltaban, como nuestro robot. Hacia las 9 aparecimos en Baluarte, la tensión se palpaba en el ambiente. Llegó el momento de entrar a la zona de los stands, hicimos la foto de todos los equipos y fuimos a la ceremonia de inauguración. Nos tuvimos que ir rápidamente porque a las once menos cinco presentaba su proyecto científico Curiosity. Seguidamente le tocaba a Spirit hacer la presentación del suyo. Nada más acabar la ronda de preguntas, salieron para hacer los coros de la canción de valores de Curiosity. Todo salió genial, estábamos muy contentos.
Tras la emoción de haber presentado tan ilusionados los dos equipos las presentaciones y orgullosos de nuestro trabajo, solamente quedaban las presentaciones de valores que nos salieron de maravilla, cada uno disfrutando las canciones y dándolo todo con los equipos. Ahora nos tocaba las presentaciones de técnico en la que tampoco faltaron las canciones, les explicamos a los jueces nuestro robot compartido por Spirit y Curiosity, y todo nuestro proceso que hemos tenido con el robot. Al acabar las presentaciones orgullosos de nuestro trabajo empezamos a relajarnos, disfrutar a tope (como Jon) y pasarlo bien, ya habíamos pasado lo que necesitaba más concentración y a partir de ahí ya solo tocaba demostrar quienes somos.
Era una fiesta constante, hicimos la entrada triunfal al salón principal de Baluarte tocando los djembes y cantando. Tras una comida llego la tarde y con ella horas de diversión, no faltaron los nervios por las rondas de robot, risas y gritos. Una tarde espectacular que vivida junto al equipo se conviertió en inolvidable. Estábamos muy orgullosos de nuestro trabajo y nos lo habíamos pasado genial, fue increíble.
Y llegó la ceremonia de clausura donde cantamos nuestras canciones de valores en el escenario y a continuación la entrega de premios que fue intensa. En ella nos reconocieron con dos premios de los más importantes, los de valores. Y uno de ellos tenía sorpresa: ITALIAAA. Estábamos muy contentos, nuestro esfuerzo había tenido sus frutos, emocionados recogimos el stand y volvimos al colegio a descargar todo para obtener nuestro merecido descanso. QUÉ GRAN DÍA!
Ahora queda organizar nuestro viaje, que se preparen los italianos!!!
Asier Martínez y Elena Esteban