Cuaderno de Bitácora
Fecha: 1 de octubre de 2017
Hora: 11:00 Zulu
Era un domingo nublado y hacía frío pero eso no iba a ser problema para que lo pasáramos bien. Al llegar al destino, bajamos de nuestro gran barco y nos embarcamos en otros más pequeños. Como no cabíamos todos en uno, nos dividimos en parejas.
Allí nos recibieron dos piratas expertos en ese tipo de barcos, pero ellos no se montaron en pareja, ellos fueros solos, uno iba delante dirigiéndonos y el otro miraba como nos caíamos y a continuación se reía. También nos íbamos parando para que ellos nos explicasen cada parte del recorrido y nos contaran cosas de la naturaleza de aquel lugar.
Pero lo mejor fue cuando nos hicieron pruebas: a la ida, hicimos una prueba que era que el que iba delante en el barco se ponía detrás y viceversa. Al llegar había una cascada y nos hicieron meter el remo para comparar lo poco que cubría ahí con lo que cubría al principio de nuestra aventura.
Después de ese momento volvimos hacia el puerto y nos hicieron otra prueba que consistía en cambiar de pareja y barco y más adelante hicimos una carrera hasta una isla pero solo valía si íbamos de pie. Durante las carreras nos caíamos y nos reíamos y nos mojábamos. Al llegar casi al final nos tiramos por una cascada más grande que la anterior y luego volvimos a nuestro gran barco. Nos lo pasamos genial y nos divertimos mucho. ¡Juntos somos UNO!
Allí nos recibieron dos piratas expertos en ese tipo de barcos, pero ellos no se montaron en pareja, ellos fueros solos, uno iba delante dirigiéndonos y el otro miraba como nos caíamos y a continuación se reía. También nos íbamos parando para que ellos nos explicasen cada parte del recorrido y nos contaran cosas de la naturaleza de aquel lugar.
Pero lo mejor fue cuando nos hicieron pruebas: a la ida, hicimos una prueba que era que el que iba delante en el barco se ponía detrás y viceversa. Al llegar había una cascada y nos hicieron meter el remo para comparar lo poco que cubría ahí con lo que cubría al principio de nuestra aventura.
Después de ese momento volvimos hacia el puerto y nos hicieron otra prueba que consistía en cambiar de pareja y barco y más adelante hicimos una carrera hasta una isla pero solo valía si íbamos de pie. Durante las carreras nos caíamos y nos reíamos y nos mojábamos. Al llegar casi al final nos tiramos por una cascada más grande que la anterior y luego volvimos a nuestro gran barco. Nos lo pasamos genial y nos divertimos mucho. ¡Juntos somos UNO!
Albiar Pezonaga e Irene Ollo