Primero, para hablar de nuestro robot, tenemos que presentároslo. Se llama Cacharro Pelotero. Este nombre tan peculiar se les ocurrió a los niños de infantil cuando nos visitaron. Entonces les preguntamos: "¿Qué nombres os parecerían bien para nuestro robot?" Tras mucho pensar y muchos nombres uno de los que surgió fue Cacharro Pelotero!!!!! Al principio nos reímos pero luego nos quedamos pensando y era pegadizos así que al final lo elegimos. Antes de este nombre le llamábamos Tobby y para los amigos Tobías.
Nuestra segunda versión del robot es más estable, más rápido y la precisión es asombrosamente mejor. Se puede decir que "se ha puesto en forma". Para esto le hemos cambiado las ruedas por unas más anchas y grandes y con el giroscopio tenemos una precisión más milimétrica.
Nuestra segunda versión del robot es más estable, más rápido y la precisión es asombrosamente mejor. Se puede decir que "se ha puesto en forma". Para esto le hemos cambiado las ruedas por unas más anchas y grandes y con el giroscopio tenemos una precisión más milimétrica.
Nuestro robot además es muy compacto ya que tiene el tercer brazo abajo. Este funcionaba como punto de apoyo pero al final pusimos unos raíles para usar tacos de salida. Pero como el tercer motor está abajo usamos una cadena de engranajes para poder conectar los brazos en la parte más alta de nuestro robot, esto nos permite una mayor amplitud de movimiento en los brazos. Además, con esto permitimos mayores conexiones gracias a las varillas que conectan los engranajes de cada lado, así podemos hacer más de una cosa a la vez. Otra ventaja de esta cadena es que la aplicación de brazos a la base del robot es muy simple y rápida, lo que nos permite ahorrar tiempo.
Al principio parece que nuestro robot es muy alto pero cuando lo miras no lo es tanto porque lo que determina su altura es el tamaño de los brazos. Esto también influye en el punto de gravedad, que en este robot es bajo.
Algo que ha mejorado en nuestro robot es el uso de sensores como los de tacto que ahora son bastante más útiles que antes y además está incorporado el giroscopio y el sensor de color que lo usamos bastante a la hora de detección de líneas rojas y negras. Este sensor está colocado detrás de una pared así evitamos la alteración de la luz exterior. Y con la pared conseguimos poner brazos pasivos para evitar el uso de otro brazo.
Otra mejora en el robot es la posición del ladrillo, como antes, estaba encima de los motor pero lo que cambia es que está como en una cuna. Con unos bordes y unas gomas por encima para sujetarlo y que sea fácil de quitar y de cambiar la batería.
En conclusión, nuestro robot ha mejorado mucho, sobre todo en las características que se refieren a un fórmula 1, compacto y sin espacios, pero adaptados a nuestra competición.
Él también forma parte de este equipo. "¡Juntos +!".
Esteban Fontanellas y Rubén Pena